La claridad inexplorada · Estudios literarios
Mis libros favoritos
Mi juventud. Autobiografía, por Winston Churchill
«No dudo en sostener que el mejor de sus libros, en cuanto a su interés más amplio y calidad literaria, como testimonio de una época y revelación de la personalidad de su autor, es la autobiografía que publicó en 1930, cuando tenía 56 años».
Un mundo restaurado, por Henry Kissinger
«Admito que mucho me hubiese gustado escribir este libro; pero ya que Kissinger lo hizo, y muy bien, me he conformado con leerlo y disfrutarlo. Se trata seguramente de la obra de la que más he aprendido, en lo que tiene que ver con el complejo tema del poder y las relaciones internacionales, y ocupa lugar privilegiado entre los libros que consulto con mayor frecuencia».
Trotsky. El profeta armado · El profeta desarmado · El profeta desterrado), por Isaac Deutscher
«Los tres tomos de la obra de Isaac Deutscher sobre León Trotsky, el revolucionario marxista que condujo junto a Lenin la Revolución Rusa, dirigió al ejército rojo durante la guerra civil entre bolcheviques y “rusos blancos”, perdió ante Stalin la lucha de poder por la sucesión de Lenin, y falleció en México en 1940 asesinado por un agente estalinista, constituyen un aporte clave a la biografía política moderna. Ello se debe tanto a la calidad de la obra en cuanto tal, a sus contenidos sustantivos y fuerza literaria, como al hecho de haberse convertido, desde su aparición, en un verdadero acto político en sí mismo».
Hitler. A treinta días del poder, por Henry Ashby Turner
«Esta obra es un relato pormenorizado y siempre apasionante de eventos acaecidos durante unas pocas semanas, entre diciembre de 1932 y enero de 1933, sobre todo en Berlín. Se trata de una obra de “microhistoria”, la narración focalizada y detallada de las acciones de unos pocos individuos y situaciones, que al final condujeron a la designación de Hitler como Canciller (jefe de gobierno) de Alemania, nombramiento que se concretó el 30 de enero de 1933».
Pearl Harbor: Aviso y decisión, por Roberta Wohlstetter
«Es, en mi opinión, una obra de extraordinaria relevancia, tanto para el campo específico de la inteligencia estratégica como del análisis político en general. Su impacto no se limita al logro puramente académico, sino que incide sobre la formulación de políticas en los ámbitos de la estrategia, la organización de los servicios de inteligencia, el análisis político en términos más amplios».
Los siete pilares de la sabiduría, por Thomas Edward Lawrence de Arabia
«El libro es un manual sobre la enorme importancia del agua y el privilegio que representa tener acceso a ella en un estado puro y grato. Lawrence habla del agua con veneración, pues en el desierto, en los esporádicos pozos y oasis existentes, el agua puede ser “impura” o “salobre” u “opaca” (“con un gusto entre salitre y amonio”), pero también y ocasionalmente puede ser “deliciosa”».
Historia de la guerra del Peloponeso, por Tucídides
«En su empeño por extraer de lo particular lecciones generales, el autor apunta en la obra que los tres motivos principales del comportamiento humano, y ello incluye las guerras, son “el honor, el temor y el interés”. Esta idea puede traducirse y englobarse, en lo que respecta a la guerra, en la ambición de poder, tanto de conquistarlo como, una vez poseído, preservarlo».
El político y el científico, por Max Weber
«Pienso que no podemos soslayar las verdades, brillantemente condensadas por Weber, cuando escribe que “Ninguna ética del mundo puede eludir el hecho de que para conseguir fines buenos hay que contar en muchos casos con medios moralmente dudosos, o al menos peligrosos, y con la posibilidad e incluso la probabilidad de consecuencias laterales moralmente malas”».
El malestar en la cultura, por Sigmund Freud
«Se trata de una obra madura de especial brillantez, que lleva a su punto culminante algunas de los principales aportes de Freud en el plano de lo que puede llamarse la filosofía del psicoanálisis, así como en lo referente a la crítica global de la civilización».
Los griegos, por Kenneth Dover
«Este libro de Dover ha sido fundamental para cimentar mi apego y veneración hacia algunas de las conquistas intelectuales de los antiguos griegos, entre ellas los dos grandes poemas de Homero y las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides».
Einstein, su vida y su tiempo, por Ronald W. Clark
«El autor relata el viaje intelectual de Einstein con entusiasmo y prolijidad, y casi como si se tratase de una especie de novela de aventuras, pero en esta ocasión de una aventura del pensamiento. Clark jamás permite que la narración decaiga o que el lector pierda el hilo de lo que procura explicar».
Memorias de Adriano, por Marguerite Yourcenar
«Considero que Memorias de Adriano roza la perfección, por el modo en que Marguerite Yourcenar enlaza la historia que desarrolla, narrada por el protagonista principal del libro –el emperador romano Adriano del siglo II de la era cristiana– con un lenguaje que alcanza impresionante lirismo».